viernes, 2 de mayo de 2008

Barrio Infierno. La chica del Soho

Charlie Manson no

Levantó la cabeza como si despertara de un sueño, como si de pronto le hubieran dado un empujón y le hubieran gritado- ¡Eh!, ¿qué haces?-

como cuando sueñas que te caes,

y

te

caes,

aún estando tumbado en la cama.

Ella sostenía todavía su polla en la mano y unas gotas de saliva escurrían sobre los hoyuelos de su mejilla, unos hoyuelos marcados de apretar los dientes en la vida no de nacimiento.
Miró con extrañeza al tipo desnudo que ronroneaba tumbado boca arriba - no lo reconoció-

Él,

empezó a moverse intentando recomponer el suave movimiento interrumpido por un sueño que no fue un sueño,

intentaba que siguiera.

Ella,

tuvo la tentación de continuar, siempre había sido muy cumplidora, como aquella vez que le mandaron recortar el seto del jardín con un sol de espanto en pleno agosto. Terminó, aunque le salieron ampollas de las quemaduras del sol.

- Chupa, cariño, chupa! -

Inclinó levemente la cabeza y eso la permitió conocer a quién estaba pegada la polla que trabajaba, varón, raza blanca y con cara de cerdo. Rubio de bote, poco, pues estaba casi calvo, ojos azules desteñidos por el alcohol y el vicio, camiseta de tirantes.

Entonces entendió la situación que le estalló en la cara.

Con toda naturalidad soltó la polla del tipo y empezó a buscar su ropa amontonada en una silla junto a una radio que daba la situación del tráfico de forma continua y planificada

- “ un accidente tiene cortada la autovía A4 a la altura Puerto Lápice, sentido Andalucía, se recomienda la antigua NIV como trayecto alternativo…”- la voz sonaba cansina y monótona.

- ¿Pero…qué crees que estás haciendo?-

Sobre dos pezuñas el tipo de la camiseta intentaba comprender lo que sucedía a fuerza de levantar la vista, como si alguna vez hubiera podido comprender algo.

No encontraba las bragas y se puso a revolver la ropa de él que iba tirando con desprecio y sin cuidado…, bueno.

Sin cuidado y con desprecio.

- ¡Vuelve a la cama y termina lo que estabas haciendo!- El tipo se estaba cabreando, más por la indiferencia de ella que por el dolor de pelotas que empezaba a sentir. Gritaba, lo hacía para hacerse entender, como se hace ante alguien que no habla tu idioma, como hacen los que nunca son escuchados, como hacen los que huyen de sí mismos.

Entonces ella habló por primera vez, tenía las bragas recién encontradas en la mano derecha y unos ojos como puñales.

- Mira, imbécil. Es inútil hacerte comprender que tú eras el fondo que buscaba, pero te diré una cosa. Tienes la cara amarilla, seguramente un cáncer te está matando por dentro y te quedan pocos meses de vida, así que vete con tu mujer, besa a tus hijos y llora por ti. Y si se te alarga el tiempo recuerda que me conociste, recuerda que me conociste postrada ante tu apestosa y maloliente polla. Porque ese recuerdo, es el que vamos tu y yo a compartir. A ti te servirá para meneártela entre sesión y sesión de quimioterapia, y a mí para que el orgullo no me pueda cuando termine lo que tengo que hacer en la vida.

- ¿El qué?

- Todo.

3 comentarios:

  1. He leído de un plumazo tres o cuatro cuentos —los más cortos, lo confieso— y me ha encantado el mosaico de obras; las ventanas que nos asoman a distintos mundos, reales o imaginarios en que viven o sueñan nuestros compañeros. Qué parte es real o es ficción sólo lo saben ellos.

    Imposible permanecer inmutable ante tu texto. Es un relato de un realismo crudo, un recorte de barrio infierno sin tapujos. No niego que empezar con la polla en la mano, choca. Probablemente lo has hecho adrede por lo que quizás tendrías que revisar el resto del vocabulario. Alguien que dice que tiene la polla en la mano no sé si diría que el cliente ronroneaba ¿no?

    Lo que a mí me ha faltado es el detonante. ¿Qué le hace a la protagonista cambiar, salir de esa situación?¿qué tenía ese hombre de particular? ¿qué pasó que no nos has contado?

    Montse Villares

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  2. Hola Charlie,
    Antes que nada, decirte que me vuelvo a sentir extraño haciendo esto, que todo lo que te diga no es otra cosa que una opinión, que no tiene más valor.
    Empiezo por lo que no me gusta, y dejo lo otro para el final, para dejar mejor sabor de boca. No como la protagonista que no se la ha enjuagado siquiera.
    Creo que la historia está incompleta, necesito saber más sobre la chica y el sueño del que despierta, o lo que hace recapacitar. Sin eso, no me parece un cuento, no es más que una escena que me deja insatisfecho, un poco perdido.
    No acaba de convencerme la actitud de la protagonista, parece ser que acaba de recordar, imaginar o soñar algo que la hace recapacitar sobre la vida que lleva, sobre lo que hace. Decide no seguir por ese camino, pero las respuestas que da al tipo me parecen demasiado altaneras y orgullosas para alguien que se “despierta” con una polla maloliente en la boca.

    En las frases:
    unos hoyuelos marcados de apretar los dientes en la vida(,) no de nacimiento. Pondría una coma ahí.

    - Chupa, cariño, chupa! – Falta el signo de abrir admiración.

    y eso (la) permitió conocer a quien estaba (pegada) la polla. El uso de “la” en vez de “le” es un claro ejemplo de laísmo. Luego, dudo si utilizar el femenino en “pegada” es un error mecanográfico, ya que “pegado” a una polla lo más normal es que esté un hombre, o bien pretendes decir con eso que la protagonista se conoció a sí misma.

    Sobre dos pezuñas el tipo de la camiseta intentaba comprender lo que sucedía a fuerza de levantar la vista, como si alguna vez hubiera podido comprender algo. Se me hace difícil ver la imagen que pretendes describirme, creo que está incompleta. Diría que pretendes comparar al tipo con un animal, por lo que el número de “dos” lleva a error, ningún animal que yo sepa tiene menos de cuatro pezuñas. No queda claro tampoco que las pezuñas sean suyas, podrían estar abandonadas sobre las sábanas… por poner un ejemplo podrías decirlo así: “El tipo de la camiseta se puso a cuatro patas sobre la cama, estúpido, intentando comprender lo que sucedía a fuerza de levantar la vista.”

    No encontraba las bragas y se puso a revolver la ropa de él que iba tirando con desprecio y sin cuidado…, bueno.

    Sin cuidado y con desprecio. Aquí cambiaría de sitio los puntos suspensivos y también el punto por una coma. Aunque tampoco entiendo qué pretendes con el cambio de orden, para mí sigue significando lo mismo. Sería así: “No encontraba las bragas y se puso a revolver la ropa de él que iba tirando con desprecio y sin cuidado, bueno…sin cuidado y con desprecio.

    lo hacía para hacerse entender. “Gritaba para hacerse entender” con eso evitas la repetición del verbo.

    Porque ese recuerdo, es el que vamos tu y yo a compartir. Eliminaría “tu y yo” creo que está claro lo que quiere decir y el decirlo no enfatiza nada, no aclara nada, solo afea la frase.

    No soy un enamorado del lenguaje soez, pero creo que aquí está muy bien empleado, le da el toque justo para ambientar la historia. Me ha gustado sobremanera el despiece que has hecho de la frase “Y te caes, aun estando tumbado en la cama” poniendo cada palabra en una línea. Ha aumentado esa sensación de caída, la ha remarcado, mis ojos ayudaron a mi imaginación en esa tarea.
    Nada más Charlie, un abrazo.

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  3. Me da la sensación de que a este relato le falta una parte, una parte bastante importante que alcance a configurar un cuento.
    Así como está planteado no me cierra.
    Ni la historia, ni el desarrollo, ni el título.

    La situación relatada es la de una fellatio.
    Pero pareciera que ambos se despiertan al comenzar el cuento.

    A él lo único que le importa es que ella siga chupando.
    En el medio hay una radio que anuncia la situación del tránsito, como intercalando un dato inútil para alguna acción posterior que no llega nunca.
    Ella parece no conocerlo, tal vez debido a su posición entre las piernas de él. Por eso se estira y entonces lo ve, y al reconocerlo pareciera que hay una historia muy importante que viene de antes y no se nos cuenta pero que incide en lo que sigue, porque entonces ella lo abandona, busca su ropa a los tropezones y se va puteándolo con un caudal de odio que no alcanza a comprenderse a través de lo narrado.

    Como falta tanto, podría imaginarme las posibilidades individuales de esta particular pareja, pero nada de lo que imagine justificaría ese final tan inexplicable. Porque lo que ella recordó al estirarse y verlo, ¿no lo sabía ya desde antes de desnudarse, por qué razón comenzó la mamada, por qué no se nos cuenta si es tan importante como para modificar la historia?

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