sábado, 19 de abril de 2014

Ejercicio de abril

Consigna: "Escribamos un texto en el que los adjetivos empalaguen. Un texto en el que, incluso el autor, que normalmente es el crítico más ciego, reniegue de semejante escrito".

Llevo toda la semana con dolor de muelas ya que el dentista me está hurgando por ahí, seguro que es por eso que me ha salido este texto sobre un tema tan alegre. A pesar del tema festivo me he divertido escribiéndolo, y me ha salido de forma más fluida que cuando trato de escribir algo serio. Seguro que es porque me he quitado la presión esa de tengo que presentar algo y no quiero que me destrocen el texto y el ego con sus críticas. Se me ha aliviado el dolor, tiene que ser porque lo de escribir es terapéutico, más de una vez he escuchado eso, no creo que tenga nada que ver el calmante que me he tomado a primera hora: todos sabemos que la medicina es un bulo con el que nos sacan el dinero y en que nos engañan para usarnos de conejillos de indias. Llevaba bastante tiempo sin escribir nada nuevo, solo intentaba arreglar algunas cosas viejas, sin arreglo, la verdad, y me ha servido para reencontrarme con el placer que me produce escribir. Cuando me pase un tiempo callado, a ver si se acuerdan de recordármelo.

En el velatorio

Un pesado cortinón de colores veraniegos cubre la amplia puerta. En el interior de la casa el ambiente rechaza el calor del verano. La penumbra azarosa, el fresco penetrante, los murmullos temerosos y el lejano llanto de una madre rota pintan la escena de la antesala de la muerte. En la primera habitación un corro de sillas disparejas dispuestas contra las paredes blancas soportan el peso de las mujeres más viejas, las jóvenes aprovechan los escasos huecos para apoyarse en los muros encalados. Cuando la nueva visita asoma por la puerta se hace un silencio de curiosidad que una vez satisfecho se transforma de nuevo en un murmullo cargado de dolor y miedo con tintes de resignación ante las injusticias de la vida amarga de los hombres.

miércoles, 16 de abril de 2014

Ejercicio de abril

Consigna: "Escribamos un texto en el que los adjetivos empalaguen. Un texto en el que, incluso el autor, que normalmente es el crítico más ciego, reniegue de semejante escrito".

INQUISICIÓN   INOFICIOSA
por Graciela


En  forma inesperada, imprudente, el infractor realiza una brusca maniobra sin poder evitar el impacto. Impávida ante semejante incompetencia solicito su identidad para el seguro. ¡Irreflexivo! -lo increpo.
                     -¡Que inconveniente!-pensé. Bueno, al menos salí ilesa…Aunque, a  pesar de  todo, no pude menos que pensar en la muerte y hasta pude verme: inerte, exánime, inmóvil; tal fue el julepe que me produjera  la ineficacia del infeliz individuo.
                   La impacción me llevó a idear algo  insólito, sobretodo viniendo de mi, siempre tan  inalienable. Haría una encuesta de opinión: ¿que ven cuandome ven? Saber irrevocablemente qué se pensaba sobre mí. Y luego, cuando la parca me volviera incorpórea, impalpable: develar la incógnita: Quién es quién.-
      Inaudito, aunque probable, pensé. Estaba convencida de que a solas, aquellos intrigantes que dicen conocerme  emitirían sin dudarlo, variadas injurias sobre ésta (la que suscribe) ilustre incrédula.
               Aunque impensado y  mediante una indagación, conocer  quien soy para los otros, mis iguales, me provocó una cierta hilaridad. Y aunque al principio lo desechépor irrealizable y quimérico,  impetuosa como siempre lo he sido, imprimí un modelo con interrogantes: debían calificar la importancia, la influencia que ejercía sobre aquellos inimitables desconocidos. Me creía  impoluta, dando siempre  una
imagen que consideraba inmaculada, digna de imitar… Modelo ideal para mi  progenie imberbe. ¡Un ídolo!
¡Qué ilusa! Desde la considerable altura de mi inanidad, ignoraba que estaba saltando al vacío.
Interesantes, jugosas las  respuestas  cosechadas. No tan lejanas de lo esperado: Impecable, dijeron. Intachable. Imponderable. Inobjetable. Sólo algunos de los adjetivos impartidos. Serena, imperturbable, recogí las impresionantes respuestas y regresé impertérrita a mi Imperio.
          El tiempo, impiadoso transcurrió, incalculable.
          Un día, para mi infortunio, hube de morir.Inconsolable, traté de resistirme. La excusa era que dejaba la tarea incompleta. Pero, la partida estaba dispuesta.  ¡Inclementes, inhumanos! – me desgañitabaqueriendo impugnar la decisión.
Incuestionable. Un virus infeccioso,  incurable, incursionó en mi sangre y poco me permitió indagar. Inabordable como siempre se supo que lo era: la parca me llevó.  Sentí tal impotencia contra la inesperada, aunque la seguí, qué insultos injuriosos salían de mi boca, impuros, inadmisibles aún para mi, siempre tan imparcial.  Hasta llegué a ofrecer  incalculable efectivo por su indulgencia. Imperturbable, harta quizás de esta rutina, sólo me llevó.- ¡Ignorante, iletrada!-vociferaba: ¡todo lo que podrías hacer con mi inestimableoferta!

lunes, 14 de abril de 2014

Ejercicio de abril

USO ABUNDANTE DE ADJETIVOS

AMOR DE VERANO

por Mirta Leis

Eran las tres de la tarde cuando te vi pasar. Los dioses del Olimpo se sentirían envidiosos de tu apolíneo cuerpo. La bermuda verde  dibujaba con precisión cada una de las líneas armoniosas de su increíble y armoniosa figura masculina. La redondez de las nalgas, firmes y torneadas, atraía las miradas de las muchachas que, cual lagartos, adoraban al rey sol sobre la dorada y fina arena de la playa.
Todo él era perfecto: su boca, la insipiente barba, el suave cabello y aquellos ojos, de un profundo color café, que estaban al desnudo bajo los rayos del astro rey, que a esa hora de la siesta, parecía brillar mucho más que de costumbre.
Sentía la fresca caricia de las olas con su inquieto ir y venir meciéndome las pernas. El viento había cesado en su desbocada y loca tarea de derribar las verdes hojas de los árboles de verano y se empeñaba en enmarañar mis lacios cabellos rubios.
Por un instante su mirada errante se posó en mis ojos; casi sin aliento sonreí feliz.
La huella de sus pasos sobre la arena mojada marcaba el magnífico sendero dorado de mis sueños: avanzaba hacia mí.
Un torbellino de sensaciones se apoderó de mi cuerpo y puso mis sentidos en estado de increíble éxtasis…venía directo hacia mí. De pronto, el agua antes fresca, parecía bullir sobre mis piernas, una agradable caricia etérea sacudía mis entrañas erizándome la piel de pies a cabeza. Me miraba a mí, yo era Eva, la única mujer, la imagen de la seducción y el pecado.
Cada vez estaba más cerca; pocos pasos me separaban de la gloriosa dicha de entablar un amistoso diálogo con el hombre de mis sueños, con el príncipe encantado de la playa, con el apuesto ejemplar de Adán.
Cerré un instante los ojos para tratar de contener mis insaciables deseos y concentré mis sentidos a la espera de sus  primeras palabras…

-Perdón-me dijo al rozarme el costado izquierdo empujado por una ola. Temblé, y en el mismo instante en que iba a contestarle con mi mejor sonrisa, sus manos, de delgados dedos bronceados, se perdieron sobre el largo cabello rubio del muchacho de zunga azul que estaba justo a mi lado.


domingo, 13 de abril de 2014

Ejercicio de abril

Consigna: "Escribamos un texto en el que los adjetivos empalaguen. Un texto en el que, incluso el autor, que normalmente es el crítico más ciego, reniegue de semejante escrito".



Ejercicio de Ignacio

Me voy a dar un atracón de adjetivos hasta que se me indigesten y me ponga a vomitar, me dije; pero no me sucedió nada de eso, antes al contrario empecé a sentir una especie de exaltación embriagadora, como si los adjetivos estuvieran empapados en cognac o en whisky: sus vapores intensos y perfumados se me colaban por los agujeros de la nariz inundándome los pulmones. Cuantos más adjetivos escribía, más necesitaba escribir. Mi mujer me miraba inquieta: ¿qué te pasa, Ignacio?, tienes los ojos brillantes de fiebre y la respiración agitada, ¿no te habrás metido un chute de vete tú a saber qué porquería? Son adjetivos, le dije. No sabía que produjeran adición. Ayúdame por favor. Me llevó a consulta y el facultativo que me atendió meneó la cabeza preocupado ¿A quién se le ocurre hacer un uso tan inmoderado de los adjetivos? ¿Se ha vuelto loco? Tendremos que ingresarle durante unos días para someterle a una  cura de desintoxicación. Le advierto que la Seguridad Social no corre con los gastos en caso de enfermedad por imprudencia temeraria. Necesito su tarjeta de crédito.
Así que ahora estoy enfermo y arruinado. Cuando salga del nosocomio pienso contratar a un abogado y presentar una demanda contra el taller por atentado contra mi integridad física, contra mi salud mental y contra mi felicidad conyugal. Hay que exigir responsabilidades.
  

Crónica de sociedad

En la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Milagros, ricamente engalanada, contrajeron cristiano matrimonio el señor don Mariano R. y la agraciada señorita de origen teutón Doña Ángela M.
Ofició la ceremonia don Antonio María SJ quien, con anterioridad y gracias a la privilegiada situación que ocupa en los tribunales eclesiásticos competentes, había obtenido todas y cada una de las dispensas necesarias.
Con mano temblorosa, firmaron el acta como testigos destacados y venerables estadistas; pudimos reconocer entre otros (a pesar de lo deteriorados que estaban por la edad o por el alcohol) al Zar de todas las Rusias, Boris Esputo; al vaquero americano, Billy el Becario; al Cavaliere italiano, Casanova, cuya presencia fue una de las más aplaudidas por ir acompañado de una despampanante modelo de firmes muslos y exuberante pechera. Cameron de la Isla entonó desde el coro los salmos y las loas de rigor.
Sus Altezas Reales, los Reyes de España, desgraciadamente, no pudieron acompañar a los desposados por hallarse cazando elefantes salvajes en los lejanos confines del África austral.  Esta ausencia causó hondo pesar entre todos los asistentes
En el emotivo momento de darse el sí, hubo de intervenir como intérprete el conocido escritor, académico y futuro Premio Nobel, don Javier Marías,  ya que ninguno de los dos contrayentes es capaz de hablar con la necesaria fluidez el idioma del otro.
La sana alegría que debía estallar a la salida de la iglesia fue empañada por una  ruidosa manifestación de alborotadores profesionales que gritaron insultos soeces, trataron de agredir a los atemorizados contrayentes y desplegaron enormes y horribles pancartas con consignas políticas y reivindicaciones absurdas de marcado tinte bolchevique. Gracias a Dios Todopoderoso, la fuerza pública, sabiamente dirigida por sus agudos mandos, y utilizando los medios adecuados,  procedió de forma contundente a despejar la amplia plaza de la iglesia y sus más próximos aledaños poniendo fin al bochornosos espectáculo 
Después de la ceremonia religiosa, los nuevos y jóvenes esposos, a quien deseamos larga felicidad, emprendieron costoso viaje a las islas Malvinas, actualmente bajo férrea soberanía inglesa, no sin antes hacer una escala en Gibraltar (¡Gibraltar español!) y otra en el conocido coto de Doñana donde la Ilustre Dama pudo admirar varios soberbios especímenes, típicos de la más genuina fauna ibérica: machos, ciervos, pardillos, ardillas, etc
Nuestros queridos lectores nos perdonarán si no publicamos fotos de la ceremonia nupcial ni de la alegre fiesta campera que fue ofrecida en honor de los miles de ilustres invitados. Ambos contrayentes tienen firmado un contrato exclusivo y millonario con el suplemento dominical de un conocido rotativo (callamos su nombre porque no queremos dar alas a la competencia y más si esta es desleal). Cuando nuestro humilde reportero quiso hacer acto de presencia en dicha fiesta campera, portando bien a la vista su carné profesional, los brutales y fornidos guardaespaldas que custodiaban la entrada del cortijo le impidieron el paso, aduciendo que obedecían órdenes estrictas. Y, ante la educada pero firme insistencia de nuestro colaborador, procedieron a destrozarle el valioso material que portaba consigo. Acto seguido le dieron de hostias, como consta en el certificado que obra en nuestro poder y en el parte médico oficial que publicó el Hospital del Niño Jesús de Huelva, donde fue atendido de múltiples y graves contusiones.

Al margen de estos lamentables sucesos, fuentes generalmente bien informadas pretenden que la desposada, la que fuera el Terror de los Países del Sur, tiene ya muy apolilladas las neuronas, no se entera de nada y cree que ha contraído matrimonio con Gegis Khan. Las mismas verídicas fuentes señalan que el esposo, no habiendo podido cumplir con el débito conyugal,  gestiona el alquiler de una severa celda monacal en el monasterio imperial de Yuste donde piensa retirarse con su mujer después de haber repartido entre los pobres los cuantiosos bienes muebles e inmuebles que ambos poseen.


miércoles, 2 de abril de 2014

Cuentos de abril

Tiempos de amor
Graciela

La cíclica historia
Pedro C.

Café para todos
Félix

Solicitar clave de acceso al moderador.
1. Este es un taller privado y gratuito donde uno puede compartir sus propios cuentos y comentar los de los demás.
2. Los trabajos se publican a principios de cada mes.
3. Los comentarios se envían directamente al foro (grupo de yahoo).
4. Al publicar un cuento se lo está exponiendo a la crítica de los demás. Es necesario estar dispuesto a recibir todo tipo de comentarios.
5. La crítica debe ser constructiva e instructiva. Debería poder orientar al autor a mejorar su obra.
6. La crítica que más ayuda es la sincera, no la halagadora.
7. Dar y recibir. Algunos llegan buscando lectores, deseosos de recibir un puñado de consejos, pero poco y nada es lo que comentan. El taller no funciona así. Los participantes deben comentar los cuentos de la lista presentada regularmente y deberán esforzarse en dar calidad a sus comentarios.
8. Los ejercicios, propuestos por el moderador, son presentados en la segunda quincena de cada mes. Cada autor puede enviar un cuento por mes, de tema libre, y un cuento temático para el ejercicio quincenal.
9. La obra no necesariamente tiene que estar concluida. Se permite presentar una parte, para ver qué opinan los demás.
10. La mayoría de los cuentos poseen clave de apertura. La clave es remitida por el moderador a los integrantes del taller.

DIRECCIONES ÚTILES:

Para el envío de cuentos destinados al blog: taller05cuentos@gmail.com
Los comentarios se envían directamente al foro: tallerliterario05@yahoogroups.com