sábado, 1 de noviembre de 2014

Cuentos de noviembre


Secuestro
por Carlos

Payaso
por Fabiana

Reflejos
por Pedro

Confidencias de un insecto
por Esperanza

Cosas
por Norberto

Me bastó un roce
por Susy

Tacones de aguja
por Amparo


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Algunos de los cuentos presentados se ajustan al ejercicio propuesto.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Ejercicio de septiembre

Esta será la base:
María sale a hacer la compra y deja olvidadas las llaves en casa, su vecina, que tiene una copia de las mismas para estos casos, no está en casa y ella espera en el portal hasta que llega. Es esta historia muy simple, pero se puede complicar con infinidad de pequeños sucesos o personajes: el vecino que se ofrece a que espere en su casa y ella que rechaza, o no, el ofrecimiento porque es soltero y tiene fama de mujeriego. Un pedigüeño que le da el tostonazo para sacarle una limosna; los que la ignoran, el dolor de las varices, el sentimiento de soledad y fragilidad que la embargan… Cualquier cosa que se os ocurra.
Pero vamos a darle una pequeña vuelta de tuerca. Como hemos tenido algún cuento en el que había muchas descripciones que no aportaban nada, intentaremos huir de las descripciones directas, vamos a describir físicamente a los personajes, pero sin hacerlo. ¿Y cómo es eso? Pues en lugar de decir “Mariano pesaba 150 kilos”, aprovecharemos que se mueve para decir “al cruzar la puerta rozó las jambas con su enorme cuerpo”. ¿Está claro?


Ejercicio
por Pedro

Ejercicio: Decisiones en falso
por Susy

Ejercicio: El olvido
por Fabiana

Ejercicio
por Ignacio

Ejercicio: La tarta
por Esperanza

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domingo, 31 de agosto de 2014

domingo, 20 de julio de 2014

Ejercicio de julio

1. Una historia de cuernos, de infidelidad, con un final que resulte absurdo por no haber preparado el terreno para ello.

2. Habrá diálogo obligado en el que haremos una cosa bien y otra mal. Dejaremos que sean los protagonistas los que nos muestren la historia a través de lo que dicen, y trataremos de que la forma de introducir las intervenciones del narrador sea lo más rebuscada posible. Hay que huir de lo tradicional, nada de “dijo fulanito”, más bien” ladró Hermenegildo.


Mirta

Liliana

Ignacio

Perfidia
Susy

Ejercicio
Norberto

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jueves, 26 de junio de 2014

Ejercicio

De tapas

En mayo fui a ver a mi tío al pueblo. Le habían estirpado un tumor hacía unas semanas. Tenía mejor color de cara que el que esperaba tras la quimioterapia, supongo que gracias a trabajar en el campo, aunque la sombra de la enfermedad seguía presente. Ni siquiera el médico consiguió que dejara de hacer ninguna tarea. ¿Quién atendería los animales y el huerto?

Era un viernes por la noche, juntos fuimos al paseo, perfilado por una hilera de mesas a cada lado, todas llenas, no se sabía dónde empezaba una terraza y comenzaba la siguiente. Mi tío sí. Él se movía como Pedro por su casa. Andaba saludando a unos y otros y, en cuanto se alejaban, nos contaba su historia. Así, entre tapa y tapa supimos que al cuñado del alcalde, que tenía una empresa de construcción, le habían empapelado, que al dueño del bar le había robado su propio hermano, que el del bar de enfrente había dejado a su mujer por una camarera. Hablaba encadenando ideas y nombraba a los protagonistas por un mote, lo que complicaba la comprensión. Su mujer le seguía y apostillaba con algún comentario del tipo: “¿Has visto cómo va vestido, maño? La camarera sabrá servir cervezas pero no debe saber planchar” o “¿Has visto que ha pasado su hermano por delante y ni se han saludao?”.

Me enterneció esa complicidad que solo se rompió cuando ella fué a pagar y él, tras asegurarse de que no le veia, me pidió una calada.

No le digas nada, que luego se mosquea.” Sus ojos brillaban por la travesura. Creo que era feliz, o al menos, su vida le parecía menos mala que las de los otros.


Montse Villares


martes, 17 de junio de 2014

Ejercicio

¿TE  CONOZCO?

          En ocasiones mis demonios ganan la batalla. En esta pulsión cotidiana entre vida y muerte   me arrojan sobre mis miserias y sonríen triunfantes.
          No podía fallar. A Gladis la conozco desde, mejor no determinar el tiempo. Debía asistir a su cumpleaños sin oponerme al sitio elegido. Al considerar el atuendo pensé en usar   una falda larga para marcar diferencias. Y a último momento recobrando la cordura me decidí por un jean y una remera. Mejor pasar desapercibida.
            El ingreso antes de las 23 horas representaba no pagar entrada, de modo que acordamos con el grupo llegar temprano. Eso me dio tiempo para observar.

lunes, 16 de junio de 2014

Ejercicio: Continuación, de Esperanza. Sin adjetivos (o casi)


  Será el  hecho de que estamos  en esa época del año, cuando aprieta el calor, que me viene a la memoria un viaje que hicimos mi  mujer y yo a Sevilla en el mes de Agosto, experiencia que no quisiera repetir, pues aunque esa ciudad me inspira respeto, también me causa cierto temor.
    Llegamos desde Madrid en el Ave, cogimos un taxi e indicamos al conductor que nos llevara a un hotel  del centro, lo que el señor, muy amable así hizo. Cómo ya era tarde salimos a cenar a un restaurante próximo, donde presenciamos un “Tablao Flamenco” que nos animó a recorrer unos cuántos  bares más, para saborear la manzanilla del lugar y aspirar el aire fresco de la noche.
    A la mañana siguiente me levanté temprano y una vez aseado bajé al hall para hojear el  periódico, y comprobar si ocurría algún evento en la ciudad  al que nos apetecería  asistir, y enseguida subí a decirle a mi señora que se arreglara, porque después de desayunar íbamos a estar todo el día ocupados.
    Mi mujer se levantó del lecho, y en cuanto estuvo en pie se tambaleó y cayó sobre la cama sin ánimos de repetir, diciendo.
    -Es que este calor  me marea. Anda, no te preocupes, sal a ver la ciudad, yo me levantaré más tarde.-
    Cerré bien las ventanas antes de salir y regulé el aire acondicionado para que ella descansara, y dejé el hotel para dar un paseo por los alrededores. Dirigí mis pasos hacia el Parque de María Luisa donde me senté en un banco dispuesto a gozar de unos momentos de paz y tranquilidad, bajo la sombra de las acacias, y sin saber cómo me quedé dormido. Yo no había reparado que aquél banco tenía asientos a ambos lados del respaldo y fue al despertar cuando me percaté de que había otra cabeza al lado de la mía perteneciente a alguien sentado al otro lado del parapeto.

sábado, 14 de junio de 2014

Ejercicio de junio: cuento sin adjetivos

La lluvia
Por Pedro Conde

Con seis años ya era un maestro en la ciencia del escamoteo. Sus pies, poseedores de una costra de roña que contrastaba con las plantas, tenían la virtud de llevarlo, como por arte de magia, allá donde hubiera algo de valor, y, debido seguramente a ese mismo arte: la magia, ese algo desaparecía por el agujero de su boca o en sus bolsillos, en los cuales, al registrarle buscando las pruebas del robo, por aquello de la pobreza y de no querer ostentar posesiones indignas de su clase social, solo encontraban más agujeros.
En la cara siempre tenía una sonrisa. Le faltaba una paleta de leche que abandonó su sitio a causa de la lluvia de tortas que le propinó un vendedor en su frustración por no encontrar el objeto del que le acusó haberle robarle en la plaza del mercado.  Su encía aún no había fabricado el repuesto.

Ejercicio de junio: cuento sin adjetivos


A este texto se le han quitado todos los adjetivos, que han sido substituidos por <***> El ejercicio, juego o trabajo consiste en que cada uno le ponga los adjetivos que mejor le parezcan. O no los ponga si considera que la frase se basta a sí misma tal y como está, sin adjetivos ni floripondios. Puede ser interesante al final ver si el resultado es diferente o sí en definitiva poco importa que se escriba un adjetivo u otro.

La masajista deslizó las palmas de las manos sobre la piel, presionando con el peso de su cuerpo. Seguidamente, con las manos ligeramente ***, amasó la espalda en un *** movimiento ***. Luisa Fernanda cerró los ojos y trató de vaciar su mente de toda preocupación ***, sin conseguirlo.
—Relájese —le aconsejó la chica.

Ejercicios de junio: cuentos con un mínimo de adjetivos

EL VENDEDOR


     Hoy el mar parecía una piel, tal era su quietud. Nadé rompiendo esa serenidad que como una violación hería la inocencia de la mañana. Cuando me cansé el sol quemaba para permanecer en la arena. Subí al paseo y me senté en uno de los bancos debajo de una palmera. Un vendedor de collares y relojes me ofreció su mercancía. Lo miré con atención. Del Senegal por sus rasgos.

martes, 20 de mayo de 2014

Kjell Askildsen, el recomendado del mes

"Kjell Askildsen, es un artista del narrar y ha creado un estilo indeleble. Puede narrarlo todo y de la mejor manera con personajes sin rostro ni más rasgos físicos que el detalle indispensable, con nombres que se olvidan de inmediato, sin tonos de voz, representando diálogos reducidos al mínimo y muy a menudo sin saltos de párrafo ni comillas, con emociones transmitidas por una palabra o por un impulso a actuar, con climas y estaciones indicadas apenas por la luz o por ínfimas señales del cuerpo o del espacio natural, con tragedias resumidas por la simple evocación de una imagen visual y un climax eróticos logrados por el leve desplazamiento de una mano, o con odio significado por el movimiento de un cuerpo que sale a prender un cigarrillo. Con semejante material ha podido crear un mundo. Su mundo: algo que invita a ser revisitado para recuperar la noción de ficciones verdaderas".



sábado, 19 de abril de 2014

Ejercicio de abril

Consigna: "Escribamos un texto en el que los adjetivos empalaguen. Un texto en el que, incluso el autor, que normalmente es el crítico más ciego, reniegue de semejante escrito".

Llevo toda la semana con dolor de muelas ya que el dentista me está hurgando por ahí, seguro que es por eso que me ha salido este texto sobre un tema tan alegre. A pesar del tema festivo me he divertido escribiéndolo, y me ha salido de forma más fluida que cuando trato de escribir algo serio. Seguro que es porque me he quitado la presión esa de tengo que presentar algo y no quiero que me destrocen el texto y el ego con sus críticas. Se me ha aliviado el dolor, tiene que ser porque lo de escribir es terapéutico, más de una vez he escuchado eso, no creo que tenga nada que ver el calmante que me he tomado a primera hora: todos sabemos que la medicina es un bulo con el que nos sacan el dinero y en que nos engañan para usarnos de conejillos de indias. Llevaba bastante tiempo sin escribir nada nuevo, solo intentaba arreglar algunas cosas viejas, sin arreglo, la verdad, y me ha servido para reencontrarme con el placer que me produce escribir. Cuando me pase un tiempo callado, a ver si se acuerdan de recordármelo.

En el velatorio

Un pesado cortinón de colores veraniegos cubre la amplia puerta. En el interior de la casa el ambiente rechaza el calor del verano. La penumbra azarosa, el fresco penetrante, los murmullos temerosos y el lejano llanto de una madre rota pintan la escena de la antesala de la muerte. En la primera habitación un corro de sillas disparejas dispuestas contra las paredes blancas soportan el peso de las mujeres más viejas, las jóvenes aprovechan los escasos huecos para apoyarse en los muros encalados. Cuando la nueva visita asoma por la puerta se hace un silencio de curiosidad que una vez satisfecho se transforma de nuevo en un murmullo cargado de dolor y miedo con tintes de resignación ante las injusticias de la vida amarga de los hombres.

miércoles, 16 de abril de 2014

Ejercicio de abril

Consigna: "Escribamos un texto en el que los adjetivos empalaguen. Un texto en el que, incluso el autor, que normalmente es el crítico más ciego, reniegue de semejante escrito".

INQUISICIÓN   INOFICIOSA
por Graciela


En  forma inesperada, imprudente, el infractor realiza una brusca maniobra sin poder evitar el impacto. Impávida ante semejante incompetencia solicito su identidad para el seguro. ¡Irreflexivo! -lo increpo.
                     -¡Que inconveniente!-pensé. Bueno, al menos salí ilesa…Aunque, a  pesar de  todo, no pude menos que pensar en la muerte y hasta pude verme: inerte, exánime, inmóvil; tal fue el julepe que me produjera  la ineficacia del infeliz individuo.
                   La impacción me llevó a idear algo  insólito, sobretodo viniendo de mi, siempre tan  inalienable. Haría una encuesta de opinión: ¿que ven cuandome ven? Saber irrevocablemente qué se pensaba sobre mí. Y luego, cuando la parca me volviera incorpórea, impalpable: develar la incógnita: Quién es quién.-
      Inaudito, aunque probable, pensé. Estaba convencida de que a solas, aquellos intrigantes que dicen conocerme  emitirían sin dudarlo, variadas injurias sobre ésta (la que suscribe) ilustre incrédula.
               Aunque impensado y  mediante una indagación, conocer  quien soy para los otros, mis iguales, me provocó una cierta hilaridad. Y aunque al principio lo desechépor irrealizable y quimérico,  impetuosa como siempre lo he sido, imprimí un modelo con interrogantes: debían calificar la importancia, la influencia que ejercía sobre aquellos inimitables desconocidos. Me creía  impoluta, dando siempre  una
imagen que consideraba inmaculada, digna de imitar… Modelo ideal para mi  progenie imberbe. ¡Un ídolo!
¡Qué ilusa! Desde la considerable altura de mi inanidad, ignoraba que estaba saltando al vacío.
Interesantes, jugosas las  respuestas  cosechadas. No tan lejanas de lo esperado: Impecable, dijeron. Intachable. Imponderable. Inobjetable. Sólo algunos de los adjetivos impartidos. Serena, imperturbable, recogí las impresionantes respuestas y regresé impertérrita a mi Imperio.
          El tiempo, impiadoso transcurrió, incalculable.
          Un día, para mi infortunio, hube de morir.Inconsolable, traté de resistirme. La excusa era que dejaba la tarea incompleta. Pero, la partida estaba dispuesta.  ¡Inclementes, inhumanos! – me desgañitabaqueriendo impugnar la decisión.
Incuestionable. Un virus infeccioso,  incurable, incursionó en mi sangre y poco me permitió indagar. Inabordable como siempre se supo que lo era: la parca me llevó.  Sentí tal impotencia contra la inesperada, aunque la seguí, qué insultos injuriosos salían de mi boca, impuros, inadmisibles aún para mi, siempre tan imparcial.  Hasta llegué a ofrecer  incalculable efectivo por su indulgencia. Imperturbable, harta quizás de esta rutina, sólo me llevó.- ¡Ignorante, iletrada!-vociferaba: ¡todo lo que podrías hacer con mi inestimableoferta!

lunes, 14 de abril de 2014

Ejercicio de abril

USO ABUNDANTE DE ADJETIVOS

AMOR DE VERANO

por Mirta Leis

Eran las tres de la tarde cuando te vi pasar. Los dioses del Olimpo se sentirían envidiosos de tu apolíneo cuerpo. La bermuda verde  dibujaba con precisión cada una de las líneas armoniosas de su increíble y armoniosa figura masculina. La redondez de las nalgas, firmes y torneadas, atraía las miradas de las muchachas que, cual lagartos, adoraban al rey sol sobre la dorada y fina arena de la playa.
Todo él era perfecto: su boca, la insipiente barba, el suave cabello y aquellos ojos, de un profundo color café, que estaban al desnudo bajo los rayos del astro rey, que a esa hora de la siesta, parecía brillar mucho más que de costumbre.
Sentía la fresca caricia de las olas con su inquieto ir y venir meciéndome las pernas. El viento había cesado en su desbocada y loca tarea de derribar las verdes hojas de los árboles de verano y se empeñaba en enmarañar mis lacios cabellos rubios.
Por un instante su mirada errante se posó en mis ojos; casi sin aliento sonreí feliz.
La huella de sus pasos sobre la arena mojada marcaba el magnífico sendero dorado de mis sueños: avanzaba hacia mí.
Un torbellino de sensaciones se apoderó de mi cuerpo y puso mis sentidos en estado de increíble éxtasis…venía directo hacia mí. De pronto, el agua antes fresca, parecía bullir sobre mis piernas, una agradable caricia etérea sacudía mis entrañas erizándome la piel de pies a cabeza. Me miraba a mí, yo era Eva, la única mujer, la imagen de la seducción y el pecado.
Cada vez estaba más cerca; pocos pasos me separaban de la gloriosa dicha de entablar un amistoso diálogo con el hombre de mis sueños, con el príncipe encantado de la playa, con el apuesto ejemplar de Adán.
Cerré un instante los ojos para tratar de contener mis insaciables deseos y concentré mis sentidos a la espera de sus  primeras palabras…

-Perdón-me dijo al rozarme el costado izquierdo empujado por una ola. Temblé, y en el mismo instante en que iba a contestarle con mi mejor sonrisa, sus manos, de delgados dedos bronceados, se perdieron sobre el largo cabello rubio del muchacho de zunga azul que estaba justo a mi lado.


domingo, 13 de abril de 2014

Ejercicio de abril

Consigna: "Escribamos un texto en el que los adjetivos empalaguen. Un texto en el que, incluso el autor, que normalmente es el crítico más ciego, reniegue de semejante escrito".



Ejercicio de Ignacio

Me voy a dar un atracón de adjetivos hasta que se me indigesten y me ponga a vomitar, me dije; pero no me sucedió nada de eso, antes al contrario empecé a sentir una especie de exaltación embriagadora, como si los adjetivos estuvieran empapados en cognac o en whisky: sus vapores intensos y perfumados se me colaban por los agujeros de la nariz inundándome los pulmones. Cuantos más adjetivos escribía, más necesitaba escribir. Mi mujer me miraba inquieta: ¿qué te pasa, Ignacio?, tienes los ojos brillantes de fiebre y la respiración agitada, ¿no te habrás metido un chute de vete tú a saber qué porquería? Son adjetivos, le dije. No sabía que produjeran adición. Ayúdame por favor. Me llevó a consulta y el facultativo que me atendió meneó la cabeza preocupado ¿A quién se le ocurre hacer un uso tan inmoderado de los adjetivos? ¿Se ha vuelto loco? Tendremos que ingresarle durante unos días para someterle a una  cura de desintoxicación. Le advierto que la Seguridad Social no corre con los gastos en caso de enfermedad por imprudencia temeraria. Necesito su tarjeta de crédito.
Así que ahora estoy enfermo y arruinado. Cuando salga del nosocomio pienso contratar a un abogado y presentar una demanda contra el taller por atentado contra mi integridad física, contra mi salud mental y contra mi felicidad conyugal. Hay que exigir responsabilidades.
  

Crónica de sociedad

En la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Milagros, ricamente engalanada, contrajeron cristiano matrimonio el señor don Mariano R. y la agraciada señorita de origen teutón Doña Ángela M.
Ofició la ceremonia don Antonio María SJ quien, con anterioridad y gracias a la privilegiada situación que ocupa en los tribunales eclesiásticos competentes, había obtenido todas y cada una de las dispensas necesarias.
Con mano temblorosa, firmaron el acta como testigos destacados y venerables estadistas; pudimos reconocer entre otros (a pesar de lo deteriorados que estaban por la edad o por el alcohol) al Zar de todas las Rusias, Boris Esputo; al vaquero americano, Billy el Becario; al Cavaliere italiano, Casanova, cuya presencia fue una de las más aplaudidas por ir acompañado de una despampanante modelo de firmes muslos y exuberante pechera. Cameron de la Isla entonó desde el coro los salmos y las loas de rigor.
Sus Altezas Reales, los Reyes de España, desgraciadamente, no pudieron acompañar a los desposados por hallarse cazando elefantes salvajes en los lejanos confines del África austral.  Esta ausencia causó hondo pesar entre todos los asistentes
En el emotivo momento de darse el sí, hubo de intervenir como intérprete el conocido escritor, académico y futuro Premio Nobel, don Javier Marías,  ya que ninguno de los dos contrayentes es capaz de hablar con la necesaria fluidez el idioma del otro.
La sana alegría que debía estallar a la salida de la iglesia fue empañada por una  ruidosa manifestación de alborotadores profesionales que gritaron insultos soeces, trataron de agredir a los atemorizados contrayentes y desplegaron enormes y horribles pancartas con consignas políticas y reivindicaciones absurdas de marcado tinte bolchevique. Gracias a Dios Todopoderoso, la fuerza pública, sabiamente dirigida por sus agudos mandos, y utilizando los medios adecuados,  procedió de forma contundente a despejar la amplia plaza de la iglesia y sus más próximos aledaños poniendo fin al bochornosos espectáculo 
Después de la ceremonia religiosa, los nuevos y jóvenes esposos, a quien deseamos larga felicidad, emprendieron costoso viaje a las islas Malvinas, actualmente bajo férrea soberanía inglesa, no sin antes hacer una escala en Gibraltar (¡Gibraltar español!) y otra en el conocido coto de Doñana donde la Ilustre Dama pudo admirar varios soberbios especímenes, típicos de la más genuina fauna ibérica: machos, ciervos, pardillos, ardillas, etc
Nuestros queridos lectores nos perdonarán si no publicamos fotos de la ceremonia nupcial ni de la alegre fiesta campera que fue ofrecida en honor de los miles de ilustres invitados. Ambos contrayentes tienen firmado un contrato exclusivo y millonario con el suplemento dominical de un conocido rotativo (callamos su nombre porque no queremos dar alas a la competencia y más si esta es desleal). Cuando nuestro humilde reportero quiso hacer acto de presencia en dicha fiesta campera, portando bien a la vista su carné profesional, los brutales y fornidos guardaespaldas que custodiaban la entrada del cortijo le impidieron el paso, aduciendo que obedecían órdenes estrictas. Y, ante la educada pero firme insistencia de nuestro colaborador, procedieron a destrozarle el valioso material que portaba consigo. Acto seguido le dieron de hostias, como consta en el certificado que obra en nuestro poder y en el parte médico oficial que publicó el Hospital del Niño Jesús de Huelva, donde fue atendido de múltiples y graves contusiones.

Al margen de estos lamentables sucesos, fuentes generalmente bien informadas pretenden que la desposada, la que fuera el Terror de los Países del Sur, tiene ya muy apolilladas las neuronas, no se entera de nada y cree que ha contraído matrimonio con Gegis Khan. Las mismas verídicas fuentes señalan que el esposo, no habiendo podido cumplir con el débito conyugal,  gestiona el alquiler de una severa celda monacal en el monasterio imperial de Yuste donde piensa retirarse con su mujer después de haber repartido entre los pobres los cuantiosos bienes muebles e inmuebles que ambos poseen.


miércoles, 2 de abril de 2014

Cuentos de abril

Tiempos de amor
Graciela

La cíclica historia
Pedro C.

Café para todos
Félix

Solicitar clave de acceso al moderador.
1. Este es un taller privado y gratuito donde uno puede compartir sus propios cuentos y comentar los de los demás.
2. Los trabajos se publican a principios de cada mes.
3. Los comentarios se envían directamente al foro (grupo de yahoo).
4. Al publicar un cuento se lo está exponiendo a la crítica de los demás. Es necesario estar dispuesto a recibir todo tipo de comentarios.
5. La crítica debe ser constructiva e instructiva. Debería poder orientar al autor a mejorar su obra.
6. La crítica que más ayuda es la sincera, no la halagadora.
7. Dar y recibir. Algunos llegan buscando lectores, deseosos de recibir un puñado de consejos, pero poco y nada es lo que comentan. El taller no funciona así. Los participantes deben comentar los cuentos de la lista presentada regularmente y deberán esforzarse en dar calidad a sus comentarios.
8. Los ejercicios, propuestos por el moderador, son presentados en la segunda quincena de cada mes. Cada autor puede enviar un cuento por mes, de tema libre, y un cuento temático para el ejercicio quincenal.
9. La obra no necesariamente tiene que estar concluida. Se permite presentar una parte, para ver qué opinan los demás.
10. La mayoría de los cuentos poseen clave de apertura. La clave es remitida por el moderador a los integrantes del taller.

DIRECCIONES ÚTILES:

Para el envío de cuentos destinados al blog: taller05cuentos@gmail.com
Los comentarios se envían directamente al foro: tallerliterario05@yahoogroups.com

lunes, 10 de marzo de 2014

Ejercicio para el mes de marzo 2014

Aviso clasificado

Supongamos que contratas el servicio del clasificado. Debes narrar tu experiencia. 

El cuento puede estar escrito en primera o tercera persona. 
Plazo de entrega: 15 de marzo.

Ejercicio de Ignacio: 

domingo, 23 de febrero de 2014

Ejercicio: Bocado agridulce

A finales del año pasado, durante la vigesimoprimera  feria internacional del cuero y el calzado que se realizó en Buenos Aires, Argentina, se conocieron Isabel y Roberto. "Amor a primera vista” Parecía el inicio de una historia feliz
Ella, una joven y encantadora dama, dedicada al negocio de la moda. Trabajaba como representante de ventas de una firma comercial  ubicada en Centroamérica, en donde residía con sus padres. Había asistido a la feria para conocer las últimas creaciones y relacionarse con personas vinculadas al gremio.
Roberto, era un hombre casado, padre de dos pequeños, excelente trabajador y exitoso comerciante en la industria del calzado. Tenía su propia marca y había logrado una buena reputación. Residía en la ciudad de Temperley, situada a veinticinco kilómetros de Buenos Aires.

domingo, 2 de febrero de 2014

Cuentos de febrero

Truco
Autor: Chelo

Ella no come nada
Autora: Graciela

Episodio
Autor: Daniel

El zumo de mango
Autora: María Isabel

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5. La crítica debe ser constructiva e instructiva. Debería poder orientar al autor a mejorar su obra.
6. La crítica que más ayuda es la sincera, no la halagadora.
7. Dar y recibir. Algunos llegan buscando lectores, deseosos de recibir un puñado de consejos, pero poco y nada es lo que comentan. El taller no funciona así. Los participantes deben comentar los cuentos de la lista presentada regularmente y deberán esforzarse en dar calidad a sus comentarios.
8. Los ejercicios, que propone el moderador, son presentados en la segunda quincena de cada mes. Cada autor puede enviar un cuento por mes, de tema libre, y un cuento temático para el ejercicio quincenal. 
9. La obra no necesariamente tiene que estar concluida. Se permite presentar una parte, para ver qué opinan los demás.
10. La mayoría de los cuentos poseen clave de apertura. La clave es remitida por el moderador a los integrantes del taller.

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Para el envío de cuentos destinados al blog: taller05cuentos@gmail.com
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miércoles, 29 de enero de 2014

Ejercicio para el 15 de febrero

Dos noticias. En ambas hay cabos sueltos, datos no revelados. La idea es elegir una de las noticias y escribir un cuento. En el caso uno, deberás desarrollar tu ficción sin eludir la respuesta a esta pregunta: ¿Qué le sucedió al comerciante? Para el caso dos, la pregunta es: ¿Cómo fue el encuentro y la convivencia entre madre e hijo?


Apareció sano y salvo el comerciante de Temperley

Roberto Pardi estaba acostado en el pasto frente a la Torre de los ingleses. Estaba desaparecido hace una semana. 

Roberto Pascual Pardi, el comerciante que estaba desaparecido desde hace una semana, fue encontrado frente a la torre de los ingleses en Retiro.
La Policía Metropolitana encontró al comerciante acostado sobre el pasto, y según los primeros datos no tiene lesiones visibles. Pardi fue trasladado al Hospital Gutiérrez donde le hacen estudios médicos para saber qué es lo que pasó. El comerciante ya había estado desaparecido todo un día el 14 de enero y ahora faltaba de su casa desde el 18 de este mes.
Este fin de semana, la familia realizó una movilización en el Obelisco para pedir por su aparición.
En el marco de la movilización, su hijo había encontrado la camioneta de su padre en un estacionamiento subterráneo cuando fue a dejar su propio vehículo.

27 de enero de 2014
Fuente: JusticiaCero.com


Buscó a su hijo durante 17 años y lo perdió todo
 Una madre recolectó basura, lavó platos, pidió prestado, durmió en parques y recorrió diez provincias. Mirá qué pasó cuando lo encontró.
Ye Jinxiu, una mamá china, buscó durante 17 años a su hijo, secuestrado en 1993. En su incansable búsqueda lo perdió todo: su casa, su familia, su esposo y cada cosa que supo conocer antes de que le arrebataran a su niño.
Recorrió diez provincias, después de que el nene de seis años desapareciera. Recolectó basura, lavó platos, pidió prestado y durmió en parques. Casi muere antes de que su marido le implorara que se detuviera. Pero finalmente él también se fue.
Pero la tenacidad de Ye dio sus frutos y encontró a su hijo. Y cuando se reencontraron, él ni siquiera la abrazó. Apenas se quedó con ella un año y también se marchó. Y nunca más supo de él desde entonces. Pasaron dos años.
“No me arrepiento", dice de todas formas. "Cómo vive (mi hijo) su vida depende de él. Cuando tu hijo desaparece no podes parar de buscarlo”, dice ahora, a los 59 años, convertida en una "sin techo" y sola otra vez.
Ye vaga por las calles de Fuzhou en la costa Este de china ayudando a otras familias a encontrar a sus hijos, dedicando su salud maltrecha en lo que ya sabe es en gran medida una causa perdida.
Muchos niños son robados en las regiones más pobres de China y vendidos a familias en la próspera costa Este.