sábado, 10 de julio de 2010

Planificando el futuro

Emilio

      A Diego lo detuvieron por tener plantas de marihuana en la terraza. Es un poco estúpido hacer eso, tenerlas ahí, a la vista de todo el que pase, pero es que Diego no se caracteriza por su inteligencia. Desde chicos que nos sigue como perro hambriento, con la sonrisa bobalicona y aplaudiendo todas las travesuras que se nos ocurrían igual que un público entregado.
      Le amenazaron con enviarlo a la cárcel, otra estupidez, pero esta de la policía, que tampoco se caracteriza por su inteligencia. Le pegaron, pero no fue mucho nos dijo. Solo un par de bofetadas de alguien que quiso soltar la frustración de que no se le empinara la noche anterior.
      ¿Y las plantas? Le preguntamos. Se las llevaron, para destruirlas dijeron, pero antes, uno de ellos les arrancó los cogollos y se los quedó. No son tan tontos los maderos, y añadimos unos segundos de silencio como confirmación a la sentencia.
      Diego, todavía bañado en nerviosismo nos preguntó ¿Lleváis algo encima?, me quitaron el chocolate, el tabaco… todo, y necesito un porro como el respirar.
      Hice uno y para qué negarlo, a pesar de estar en casa lo hice con la sombra de la pasma sobre mí, no tuve los dedos tan torpes ni cuando me lié el primero a los quince. Tras dos caladas profundas se lo pasé a Diego que lo cogió con mimo, pude apreciar el amarillo de nicotina que teñía la punta de sus dedos y las uñas.
      Y ahora, ¿qué? Le pregunté, ¿qué vas a hacer? Pues está claro, tío, me miró como si el tonto fuera yo, como si no creyera mi falta de visión, está clarísimo, me haré policía, dijo, y llevándose el porro a los labios le dio una calada kilométrica.

6 comentarios:

  1. Hola Emilio,



    este cuento es sencillo y bien cerrado.

    En realidad es una anécdota simpática de esas que podrían ser un chiste aunque el tono que usas es distinto.



    Me lo he releído un par de veces buscando qué comentarte y esto es lo que he encontrado.



    "quiso soltar la frustración de que no se le empinara la noche anterior". ¿Quién piensa eso, el estúpido o el protagonista? Quizá con un "probablemente" antes me encajaría mejor.



    Lo de "bañado en nerviosismo" desentona con el resto del cuento en que el lenguaje es menos elaborado: madero, estupidez, chocolate, pasma, porro...



    Después de "Y ahora, ¿qué? " no sé si iría una coma o un guión largo.



    Bienvenido Emilio de nuevo.



    Un abrazo,

    Montse

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  2. Hola, Emilio, comento tu Planificando el futuro

    El título me parece aproximado. Tiene alguna relación con la historia.

    Probaría con los diálogos como tales, con su correspondiente puntuación. Suelen ser mejores que la voz del narrador.

    Hay algunas comas que faltan y algún acento.

    pero ésta de la policía…

    Pero no fue mucho, nos dijo.

    Para destruirlas, dijeron

    Creo que iría nos ocurren en lugar de nos ocurrían



    Una planta en la terraza no está a la vista de todo el mundo, sí en un jardín o en el balcón.

    No conozco en profundidad, pero no sería marcas de nicotina el amarillo en los dedos y en las uñas.

    El final es bueno. Tal vez quede mejor:

    —Está clarísimo —dijo dándole al porro una calada kilométrica —me haré policía.


    __._,_.___

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  3. Bueno, esto me parece la transcripción de un chiste. No sé, dijiste al llegar que los micros se te van quedando cortos; prefiero esperar a un cuento futuro, con personajes, argumento, descripciones, ritmo, fundamento.
    Las comas siguen sin convencerme. Y, cuando no se usan guiones ni comillas para clarificar el diálogo, las comas son más importantes que nunca, porque deben dejar bien claro lo que dice un personaje y lo que dice el narrador. Al final te hago una propuesta, de cómo me da la impresión de que estarían mejor colocadas.
    Vuelve a aparecer en un cuento tuyo (debe de ser un tic, pues en 594 palabras ha aparecido dos veces) ese “que” utilizado de una manera poco correcta. En el otro cuento fue: «fue entonces que el deseo se me escapó por los ojos»; ahora es «[es] desde chicos que nos sigue como un perro hambriento». La frase, sencillamente, debería escribirse: «desde chicos nos sigue como un perro hambriento».

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  4. Yo no sé si se reduce a un chiste, más bien lo veo como una anécdota simpática. Un cuento, en mi opinión, es otra cosa, algo más elaborado. A mí no me molestó tanto la falta de guiones largos en los parlamentos. Creo que la banca así, que se sostiene, quiero decir, aunque pondría los distintos parlamentos, los de cada personaje y los pasajes del narrador, por separado. Que cada punto y aparte represente o venga a marcar una de las voces. Saramago hizo lo suyo, a su modo, y no le ha ido tan mal. Claro que como dice Carlos, para ser subversivo hay que conocer bien las reglas.

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  5. Creo que este cuento tiene posibilidades, pero le falta, precisamente, cuento.
    Le hubieras podido sacar más jugo a la situación de un amigo tonto a quien se llevan preso. No sé, describir un poco el proceso de arresto, la comisaría, a los policías. Tampoco el protagonista está muy definido, aparte de ser tonto y adicto. La puntuación tiene algunos problemillas, ya que pareciera que pasaste del habla oral a habla escrita sin mucho preámbulo.
    Desde chicos que nos sigue como perro hambriento, Yo hubiera quitado el “qué”.


    pero esta de la policía, alguna vez supe mucho de esto, pero se me ha olvidado. Creo que ese “esta” llevaría acento en la “e”.


    Le pegaron, pero no fue mucho nos dijo. Lo hubiera redactado así: “Le pegaron. No fue mucho, nos dijo.”

    Hice uno y para qué negarlo, a pesar de estar en casa COMA lo hice con la sombra de la pasma sobre mí, PUNTO Y COMA no tuve los dedos tan torpes ni cuando me lié el primero



    No sé qué es la pasma.

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  6. Emilio, yo me divertí mucho con tu cuento. Tiene tal vez algunas falencias como señalan los compañeros,pero pintan una realidad que, según se ve, es bastante común en todos lados.La cana es así, se alimenta de esos personajes y, sin dudas,Diego encontró su lugar en la vida.
    Si me permites, siempre respetando tu texto, yo lo terminaría así:
    -Pues está claro tío-Me miró como si el tonto fuera yo, como si no creyera en mi falta de visión.
    -Está clarísimo: me haré policía- dijo, dando al porro una pitada kilométrica.

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