lunes, 2 de mayo de 2011

Poesía... eras tú

 Carlos Arroyo

Te doy mi palabra. No lloraré en público cuando nos volvamos a encontrar y vayas agarrada al brazo de tu esposo. Prometo no suplicarte, con la mirada, un beso o una caricia. Voy a amarrar mi tozudo corazón, que palpita desbocado en tu presencia. Me diré desde mañana mismo que nuestra relación sólo fue el más dulce sueño que nadie ha tenido.
Pero si ésta es nuestra última noche, hazme el amor como si acabara hoy el mundo y descansaré después en el cielo de tu regazo. Miénteme y dime que hoy no va a haber un mañana.

10 comentarios:

  1. Carlos,
    La poesía esta bien,y aun que yo sea nueva en esto de comentar, hay expresiones que me dejan con mal sabor de boca.
    Por ejemplo: ... vayas agarrada al brazo de tu esposo...
    Sujere que ella lo agarra, lo sujeta, no va de brazo con, sino que lo atenaza.
    Se supone que la pareja va a la par, no que uno se impone sobre el otro.
    Lo demás, a mi ver esta bien.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Carlos Arroyo
    Recibe mis saludos y algunos comentarios a tu relato.
    - “vayas agarrada al brazo de tu esposo” me suena un poco a dependencia o invalidez, diría : vayas del brazo de tu esposo
    - “Voy a amarrar mi tozudo corazón, que palpita desbocado en tu presencia”. Me quedo en ascuas, esperando la frase que complemente esa afirmación. Personalmente, creo que “voy a encadenar mi corazón, que palpita desbocado en tu presencia, para silenciarlo muy a pesar mío”
    - “Pero si ésta es nuestra última noche, hazme el amor como si acabara hoy el mundo”. Iconoclasta frase que rompe con las costumbres sociales y exigencias biológicas, ya que casi siempre es el hombre que le hace el amor a la mujer. Hazme el amor denota una pasividad contradictoria a la pasión que él testimonia por ella.

    ResponderEliminar
  3. Y si hacés que este narrador protagonista hable de una manera más simple...

    ResponderEliminar
  4. He estado leyendo Poesía… eras tú, y antes de pasar a comentarlo, me gustaría hacer una pequeña reflexión, exponer algunas dudas, aclararme un poco. Quien se anime me puede ayudar.



    Creo que escribir un relato exige una buena dosis de responsabilidad. Se trata de una confección, no de un acto de desahogo, eso no debe ni siquiera parecerlo. Yo, que soy bastante inexperta, busco siempre contar una historia, y quizás atropello acontecimientos, en mi afán de contar. Y no doy en la diana. (Luego leo un cuento de Daniel, tan sosegado, tan profundo en su sosiego, y me digo que es así como se hace, pero Daniel es un maestro, y además ha practicado mucho. En sus cuentos pasan las cosas y las advertimos a través de sensaciones, de una mirada a través de un cristal, de un banquito en el jardín, del ladrido de un perro… igual que en la vida!).



    El caso es que me pregunto ¿cuál es el secreto? No lo sé. No sé lo que ha de tener un cuento para ser bueno. Pero tengo una idea de lo que no tiene que tener, y creo que con eso ya tenemos un buen trozo del recorrido avanzado.



    Hola, Carlos Arroyo, perdona que divague tanto antes de pasar a tu minicuento (debería escribir micro ¿no?). Tu escrito me parece más un instante de desahogo que una composición. No digo que lo sea pero repito, creo que no debería parecerlo. Está plagado de lugares comunes: tozudo corazón, palpita desbocado, dulce sueño, el cielo de tu regazo... Un tipo (que por la forma de hablar parece más bien una mujer, excepto cuando habla de un esposo. Los hombres no suelen llorar en público, aunque tampoco las mujeres…), se acuesta con una mujer casada de la que está muy enamorado. Al parecer, asistimos a la última noche que pasarán juntos, supuestamente ella ya no quiere seguir. Y eso, ahora que lo escribo, podría convertirse en una buena historia, sin embargo, al terminar de leerlo, no puedo evitar pensar: ¿Y?.



    Creo que no hay historias originales, todo está escrito, o más bien creo que la originalidad de la historia no es importante, ni siquiera el tema, lo importante es cómo se cuenta. Y tu minirelato no nos cuenta nada, solo hay un personaje que llora, y no nos cuentas cómo llora el personaje, simplemente llora. Quizás por eso no consigo empatizar con él. Ni con ella. Ni con el cuento.



    Insisto en lo que ya se ha repetido muchas veces por aquí, solo soy una lectora más. Una lectora que espera leer más cuentos tuyos. Y que disfrutes del taller. Bienvenido.



    Saludos, Anays

    ResponderEliminar
  5. Hola, Carlos. Bienvenido.
    El cuento corto es un verdadero desafío. No admite errores. Debe ser contundente y precioso. ¡Ja! Es mi opinión, claro.
    Poesía... eras tú (El título remite a Bécquer. Promete. El lector, expectante, anticipa pupilas azules…)
    Te doy mi palabra. No lloraré en público (ay, ay, ay… esa promesa de no llorar en público asusta a cualquiera, hombre, mujer, niño…) cuando nos volvamos a encontrar y vayas agarrada al brazo de tu esposo. (Bueno, acá aparece el meollo de la cuestión. Triángulo. Paolo y Francesca, la Divina Comedia... me remite allí) Prometo no suplicarte, (¿?) con la mirada, un beso o una caricia. Voy a amarrar mi tozudo corazón, que palpita desbocado en tu presencia. Me diré desde mañana mismo que nuestra relación sólo fue el más dulce sueño que nadie ha tenido. (Muy trilladas las amarillas).
    Pero si ésta es nuestra última noche, hazme el amor como si acabara hoy el mundo y descansaré después en el cielo de tu regazo. Miénteme y dime que hoy no va a haber un mañana.
    Bueno, qué decir. Él le pide [a ella] que mienta. Ella miente, seguro. Si no, el triángulo no existiría.

    No me gustó cómo está contado. Rebuscado, adornado. Pero quizá sea yo, que prefiero palabras simples. Y espero que el autor me sorprenda, siempre.




    ¡Gracias por enviarnos tu cuento!

    ResponderEliminar
  6. Hola Carlos:
    Me parece que tu microcuento debiera, si es que quieres seguir con ese juego literario del relato tan breve, achicarlo aún más, despojarlo de ciertos adjetivos que son lugares comunes: "tozudo corazón, desbocado corazón, cielo de tu regazo",
    Amor y mentiras, súplica de que lo sigan engañando, falta algo más: el final sorprendente que es el toque del microrelato.
    ¿Y si te animás a desarrollar la idea de ese hombre que promete no llorar ni suplicar?
    Hasta pronto.
    L-

    ResponderEliminar
  7. Me resulta difícil criticar el microcuento ya que es un estilo que he
    practicado muy poco y con el que no estoy muy familiarizada; no
    obstante:

    -Creo no equivocarme al decir que el subtexto es la característica
    más importante de este tipo de relato, es decir, lo no dicho cuenta
    más que lo dicho. En «Poesía...eras tú» todo está
    enunciado. Como lector no necesito buscar nada para completar la
    narración. Lo cual me hace dudar de si estoy o no, delante de un
    microcuento.

    Luego están los elementos poéticos de la historia. Efectivamente,
    se advierte en el escritor una inclinación hacia la poesía
    expuesta ya en el título. En mi opinión, los elementos líricos
    que componen este relato deberían ser revisados pues abundan los
    lugares comunes:

    «el cielo de tu regazo»

    «palpitar desbocado»

    «tozudo corazón»

    La poesía no perdona, y normalemente si no es buena, es directamente
    mala. Menciono esto porque me parece que el que se aventura en ella,
    debe trabajar enormemente.

    Espero que algo de lo dicho pueda serte útil.

    Eduarda

    ResponderEliminar
  8. Carlos, creo que aunque no quieras vas a seguir sufriendo un poco más…pero acuérdate del refrán: No hay mal que dure cien años. Ya superarás tu mal de amores y nos contarás una historia bonita ¿verdad que sí?

    ResponderEliminar
  9. Hola, Carlos, he escrito pocos microrelatos porque lo considero un arte que exige mucho más que un relato, y aún me considero una aprendiz.

    Cuando leí tu escrito me llevó a pensar que, tal vez, pudiera convertirse en un mensaje que en secreto el hombre le envía a la mujer que desvela sus noches, y podrías muy bien utilizarlo como parte de un relato de mayor extensión.


    Poesía… eras tú, es una petición dolorosa que brota de un corazón desesperado, aprovéchalo y cuenta el resto de la historia: cómo es la señora, cómo es él, cómo llegó él a enredarse con una mujer casada, etc., y encuentra un final, triste, feliz o que el lector lo resuelva de acuerdo a sus propios juicios.

    Un saludo, Susy

    ResponderEliminar
  10. COMENTARIO DE POESÍA ´´ERAS TU´´
    ME PARECE ESCRITA CON MUCHO SENTIMIENTO,DE ALGUIEN QUE HA SUFRIDO POR AMOR.YO SOY UN SENTIMENTAL, AL IGUAL QUE SEGURAMENTE LO SERÁ CARLOS.
    SIENTO QUE HAYA GENTE QUE NO LO ENTIENDA ASÍ.AL MARGEN DE LA CALIDAD LITERÁRIA QUE NO SOY QUIEN PARA JUZGAR,ME HA GUSTADO MUCHO..UN SALUDO

    ResponderEliminar

Redacta o pega abajo tu comentario. Luego identifícate, si lo deseas: pulsa sobre "Nombre/URL" y se desplegará un campo para que escribas tu nombre. No es necesaria ninguna contraseña.