martes, 2 de junio de 2009

El cuento de nunca acabar

José Coria

      Había una vez un amor que existió y conforme pasa el tiempo, su extinción es inevitable, parece que este pequeño amor ha pasado por varias etapas, una de ellas ha sobrepasado los limites y no sabemos con certeza que le ocurrirá en el futuro.

      Este amorcito loco (como lo conocían) nació hace catorce años, cuando el calor de verano era mas insoportable que una pulga en la cama, nació por que los amores también rebotan, y justo cuando se han terminado ciertas relaciones, surgen como una flor en el desierto de los sentimientos, surgió, y creció, este amor que al inicio se juro que seria eterno, que no se desvanecería con el pasar de los años. ¡No fue así!

      Al pasar el tiempo, este amor fue creciendo y se fue fortaleciendo y de el nacieron dos seres hermosos que me hacen el resto de mi vida feliz y pasadera, este amor que hasta ayer nos hacia volver locos de emociones y felicidad, ahora nos hace infelices y llenos de resentimientos, hay que recordar que el amor en términos generales todo el mundo dice que es eterno, ahora me doy cuenta de que no , de que para el hay que cumplir muchos requisitos, por que a la postre este se ira perdiendo o difuminando con el devenir de los problemas sin que haya mucho que hacer al respecto.
      Este amor, iba viento en popa, iba creciendo, fortaleciendo aparentemente, ¿Por qué aparentemente? Esto se dice por que para mantener un amor no es solo necesaria la subjetividad del mismo amor, sino que hay que pasar del estado subjetivo del amor mismo, a la fase objetiva del asunto, es decir a los asuntos mundanos que nos atan a esta parte del espacio-tiempo.
      Como sabemos para mantener un amor hay que cumplir cosas que la vida misma y la sociedad nos va reclamando, es decir nos va pidiendo para que como dicen este amor fuera creciendo, esto se hizo mientras las condiciones eran las favorables y ese amor que surgió, también se fortaleció.

      Pero la vida en ocasiones nos muestra que no todo es fácil, sino que esta es una serie de acontecimientos que son como una rueda de la fortuna, unas veces arriba, otras veces abajo, en fin, pero ese amor que en teoría era para siempre, al parecer cuando la rueda de la fortuna esta abajo, no fue capaz de aguantar la realidad ni los embates de la misma vida y decidió darse la vuelta y mirar hacia otra parte , hacia otros horizontes, en donde los problemas son mínimos o simplemente no existen en apariencia, esto es un hecho, el amor ha volteado por que simplemente el mismo siente que se ha agotado, por que no puede hacer mas por el mismo, el mismo se ha transformado en una serie de peticiones irrealizables, el mismo sabe que no se podrá auto cumplir dichas peticiones; sin embargo también se hace muchas preguntas, se hace muchas cuestiones a las cuales no encuentra una respuesta adecuada y entonces se desespera y patalea como los niños cuando no les cumplen un capricho, se da cuenta ese amor que no esta bien, que no es normal, pero dentro de el se dan las condiciones para poder volar, este amor que parece desesperado , tiene intenciones de suicidarse, de quitarse del camino, aun cuando sabe que hay muchos caminos para seguir , pero me parece que ese amor tiene ideas medio raras.
      El tiempo siguió y el amor parece que se esfuma que ya no quiere seguir adelante, la realidad es que se esta convirtiendo en un fantasma que ronda en su propia morada, esta agonizando, solo que todo lo que había creado o desarrollado a través del tiempo se esta desmoronando como las grandes ciudades de las grandes civilizaciones que han desaparecido, todo se esta derrumbando y cayendo, se esta oxidando; sin embargo el amor no sabe que hay mas opciones, que hay mas espacios.
      Puede ser que este amor en particular, este un poco enfermo, o más bien desahuciado, pero en la generalidad tal vez sea solo un pequeño acontecer de esta bastedad de situaciones por las que el amor pasa, tal vez sea en ese sentido … un cuento de nunca acabar.

2 comentarios:

  1. Tal vez ando desamorada pero me parece que no hay historia, se va en comentarios. Los tiempos de verbo me confunden. Tal vez Don Carlos del Olmo no seco me tire unas líneas sobre qué lee en este cuento

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  2. Otro relato de José, plagado de errores gramaticales, fácilmente subsanables. Dificultan totalmente la lectura y empobrecen al conjunto.



    Muy confuso el primer párrafo.

    Habla de un amor que existió, o sea que ya no existe, y enseguida a continuación se profetiza que su extinción es inevitable. ¿En qué quedamos?



    Por otro lado, se habla del amor como si se tratara de una entidad fuera del ser humano. Se menciona la subjetividad de ese amor, con una inconsistencia tal que percibo que el autor está mareado en sus conceptos. Inmediatamente nombra a la objetividad, y aquí termino de perderme, no entiendo de qué se me está hablando. No concibo al amor más que como un sentimiento de los hombres, que no existe fuera de ellos, y que únicamente se manifiesta a través de ellos.

    Encima, luego se le efectúan reproches a ese concepto tan particular del amor, reproches que correspondería hacerse a los involucrados, y no a esa idea ficcional y puesta con mayúsculas que no existe por sí misma.



    No entiendo absolutamente nada de lo que plantea este relato, que para mí no tiene nada de cuento, apenas una elucubración trasnochada y etílica. Nada más me parece un delirio filosófico inconsistente, que parte de conceptos totalmente equivocados. Distinto hubiera resultado que estos conceptos provinieran de algún personaje y fueran expuestos durante el desarrollo de la historia, y no del relator, como aquí sucede.

    Prefiero la intención del otro cuento de José.

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